Friday, August 12, 2011

SHAKESPEARE PUERTORRIQUEÑO




Por Eduardo Rodríguez Solís

De la serie Carnets de Eduardo Rodríguez Solís
(Número 108. 8-11-11)


Muevo el control remoto, porque no hay nada bueno en la tele, y llego a Mexicanal, una estación del Estado de México, que va superando su programación. Hay un grupo de cuatro personas que dialogan sobre diversos temas, como en una suerte de mesa redonda, y de repente un hombre dice que tiene invitados en el estudio. Se trata de un trío musical, como los que ofrecen serenatas. Uno de los cantantes anuncia que interpretarán un bolero de Bobby Capó llamado Poquita fe.
El trío no es de los mejores, la verdad, pero los hombres interpretan la canción con sentimiento. La melodía es soberbia, y los versos recuerdan a los de un verdadero poeta.
Y me pongo a pensar en Shakespeare, que más que dramaturgo era poeta. Y pienso con seguridad que Bobby Capó, puertorriqueño, es una especie de juglar que va con su guitarra y sus canciones, por los pueblos del Caribe, su Caribe. Y me atrevo a situar al poeta inglés (el creador de Romeo y Julieta) junto a Bobby Capó. Ambos, artistas de rincones distintos. Uno, europeo; el otro, del Caribe. Poetas apasionados, que amaron con el corazón.
El trío canta su tonada:

Yo sé que siempre dudas de mi amor, no te culpo.
Y sé que no has logrado hacer de mi querer
                                                     lo que tu amor soñó.

Yo sé que fue muy grande la ilusión que en mí forjaste.
Para luego encontrar desconfianza y frialdad en mi querer 

Comprende que mi amor burlado fue tantas veces.
Y se ha quedado al fin mi pobre corazón
con tan poquita fe.

Tú tienes que ayudarme a conseguir
la fe que con engaños yo perdí.
Me tienes que ayudar de nuevo a amar
y a perdonar…


Este trovador o juglar, Bobby Capó, que escribe versos con tanta facilidad, es autor también de uno de los exitazos de la Sonora Matancera, la pequeña orquesta que acompañó muchas veces a la inolvidable Celia Cruz.
Grabaron Piel canela de Bobby Capó, que sonó y sigue despertando el interés del público en diversos países. ¿Quién no ha escuchado nunca la bella canción? El propio Bobby la llevó al escenario:

Que se quede el infinito sin estrellas
o que pierda el ancho mar su inmensidad,
pero el negro de tus ojos que no muera,
y el canela de tu piel se quede igual…

Me importas tú, y tú, y tú
Y solamente tú, y tú, y tú...
Ojos negros, piel canela…

Ahora nos resta salir a la calle en busca de la música de Bobby Capó, un poeta de verdad. Y si no encontramos nada que nos acomode, pues nos vamos a la biblioteca pública a leer sonetos de William Shakespeare, que es, en mi modesta opinión, lo mismo, (más o menos).






Eduardo Rodríguez Solís (D.F.) ha publicado libros de teatro, cuento y novela. Fue el primer editor de la revista Mester, del Taller de Juan José Arreola. Su cuento San Simón de los Magueyes ha sido premiado y llevado al cine por Alejandro Galindo, con guión de Carlos Bracho. Su obra de teatro Las ondas de la Catrina ha sido representada en muchos países, así como en Broadway, New York. Actualmente vive y trabaja en Houston, Texas. (erivera1456@yahoo.com)

3 comments:

  1. Este post me ha llenado de dulzura, y amor. necesitamos posts que nos llenen de amor, de amor, de amor.

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  2. Dinorah, voy a compartir un comentario interesante...
    Puerto Rico no es una isla. Puerto Rico es un conjunto de islas e islotes, conectados. Incluso, todavía la gente dice, "ahora vengo. Voy a la isla", y se va a hacer una visita.
    Así, en algún lugar, no muy lejos del Viejo San Juan, hay una zona de condominios que se llama Isla Verde (y es una isla)... Yo ahí una vez me hospedé en un condominio que se llama "Las gaviotas"... Estaba dirigiendo una obra de teatro... Y una vez yo salía del condominio, caminando, y me fui hacia una esquina a comprar algo, y me encontré en la puerta de otros condominios, a la Celia Cruz. Estaba casi sin maquillaje... Yo me le acerqué y le dije que yo siempre había sido su fan... Y nos pusimos a hablar como cotorros... Y como hacía su calorcito, me invitó a pasar a su departamento para tomar un café... Ya dentro de su lugar, su esposo, Mr. Knight (que tocó la trompeta con la Sonora Matancera), nos preparó el cafecito, pues él, aparte de ser su esposo, era un buen mayordomo que la ayudaba en todo... La Celia era un bombón...
    Y sí, en el coro de "Piel Canela", de Bobby Capó, con la Sonora Matancera, la única voz de mujer que se escucha por allá atrás es la voz de la Celia Cruz. Ella era solista de la orquesta y muchas veces formaba parte del corito.
    En México, yo era tan fan de la Sonora, que compraba todos sus LP's. Y una vez tuve un LP que tenía en la portada una foto a color de todos los integrantes de la Sonora Matancera, subidos en una larga limosina, que tenía su letrero "Sonora Matacera"...

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  3. Su comentario es muy valioso, y me gusta que haya compartido esa memoria de Celia con nosotros. Gracias, Eduardo.

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