Thursday, June 23, 2011

LEYENDAS DE BILL (II)

(El Rey Lear – Romeo y Julieta) (Dos actos)
Adaptación para cuatro actores, de Eduardo Rodríguez Solís

Personajes:
Actor 1
Actriz 1
Actor 2
Actriz 2          


ACTO SEGUNDO. APARECEN LOS CUATRO ACTORES.

ACTOR 1: Descansados, frescos como una lechuga, ya estamos aquí.

ACTRIZ 1: Hemos descansado… Hemos tomado café… Hemos repasado el libreto…

ACTOR 2: Estamos listos para continuar.

ACTRIZ 2: Ahora, como todos saben, aparece lo bueno…

ACTOR 1: “Romeo y Julieta”, la famosa tragedia de Shakespeare.

ACTRIZ 1: Contamos la historia en un abrir y cerrar de ojos. Una representación tan larga y que requiere un gran número de actores…

ACTOR 2: La hacemos llegar al público en media hora, con dos actores y dos actrices solamente.

ACTRIZ 2: En los tiempos de William Shakespeare está obra se representó utilizando puros hombres. Romeo era hombre y Julieta era hombre también…

ACTOR 1: Explicamos… Las autoridades no veían con buenos ojos todo el teatro que hacía Shakespeare. Alegaban que en su teatro, que se llamaba Teatro El Globo, había muchos desórdenes antes y después de las funciones.

ACTRIZ 1: Lanzaron un decreto para que en todos los teatros de la región no participaran mujeres…

ACTOR 2: Pero aun  así se tenía que representar “Romeo y Julieta” y la Julieta la hacía un actor.

ACTRIZ 2: ¿Qué les parece? La ley es la ley.

ACTOR 1: Bueno, ahora que ya estamos listos…

ACTRIZ 1: “Romeo y Julieta”…

ACTOR 2: Capuleto y Montesco son los nombres de dos familias de Verona en las que existen antiguas discordias.

ACTRIZ 2: La enemistad es mortal. No pueden encontrarse Capuletos y Montescos sin que haya un cruce de malas palabras y hasta derramamiento de sangre.

ACTOR 1: Los choques son frecuentes, perturbando gravemente la tranquilidad de Verona.

ACTRIZ 1: El veterano Capuleto ofrece un baile, al que son invitados nobles caballeros y damas hermosas.

ACTOR 1: A la gran fiesta asiste Rosalina, la desdeñosa amada de Romeo, hijo y heredero de los Montesco.

ACTRIZ 1: Aunque resultaba muy peligroso para un Montesco estar allí, Benvolio persuade a Romeo a que asista enmascarado…

ACTOR 2: Así puede ver a Rosalina, y compararla a otras mujeres.

ACTRIZ 2: Poca fe tiene Romeo en las palabras de Benvolio, pero es más fuerte su amor por Rosalina…

ACTRIZ 1: Rosalina, que lo desdeña, sin corresponder a su amor. ¿Por qué los hombres son así?

ACTRIZ 2: Romeo, Benvolio y Mercurio entran al recinto, enmascarados.

ACTOR 2: Bailan, bailan, bailan con las damas de noche. Entonces Romeo la ve, como un claro de luna o un nocturno de Chopin.

ACTOR 1: Romeo hace alabanzas. Él sí que conocía el corazón de las mujeres. Lo malo es que hablaba muy alto este Romeo, y Tibaldo reconoce el timbre de su voz.  

ACTOR 2: Quiere apalear a Romeo hasta dejarlo muerto.

ACTOR 1: ¡Qué imprudencia, qué imprudencia! Romeo vigila a la dama que tanto le gusta. La toma de la mano, la besa.

ACTRIZ 1: ¡Romeo! “Buen peregrino, tu devoción se muestra fina y cortés en demasía… Los santos tienen manos que pueden los peregrinos tocar, mas no besar.”

ACTOR 2: “¿No tienen labios los santos, y los peregrinos también?”

ACTRIZ 2: “Sí… Labios para la oración.”

ACTOR 1: “Oh, pues, santita mía… Oye mi oración, y concédeme lo que pido, no sea que me desespere.”

ACTRIZ 1: En esas expresiones de amor están enredados hasta que la mujer es llamada por su madre…

ACTOR 2: Psssss…Julieta…se llama Julieta, heredera de Capuleto, enemiga de Montesco por decreto… ¿recuerdas?

ACTOR 1: Yo quisiera ser Romeo…

ACTRIZ 1: Yo quisiera ser Julieta…

ACTOR 2: A veces se viven estas experiencias…

ACTRIZ 2: A veces, dos familias, que viven en la misma cuadra, no se pueden ver ni en pintura…

ACTOR 1: Esos odios parecen tan naturales.

ACTRIZ 1: Esos odios valen pura mandarina.

ACTOR 2: Claro que sí. Pura mandarina.

ACTRIZ 2: Pero, continuemos la narración, que diga, la obra de teatro…

ACTOR 1: Sale Romeo a la calle. Es medianoche.

ACTRIZ 1: Salta los muros del huerto…

ACTOR 2: Y ve a Julieta esperando en la ventana.

ACTRIZ 1: “Ay de mí”…

ACTOR 2: “Oh, habla otra vez, ángel rutilante, porque tal me pareces, como un alado mensajero del cielo, a quien no pueden los mortales mirar sin deslumbrarse.”

ACTRIZ 2: “Oh, Romeo, Romeo… ¿Por qué has de ser Romeo? Niega a tu padre, deja su nombre por mi amor… O si no quieres, júrame amor, y yo dejaré a los Capuleto.”

ACTOR 1: “No me llames por mi nombre… Llámame Amor, o cualquier otro nombre, ya que el mío me desagrada.”

ACTRIZ 2: Qué bruto. Si agarran a Romeo en el huerto de Capuleto, lo matan… Lo hacen pedacitos…

ACTOR 1: Lo queman vivo o lo cuelgan de un árbol.

ACTOR 2: “Ah, hay más peligro en tus ojos que en veinte de sus espadas… Mírame amorosamente, Julieta, y estoy a prueba de su enemistad… Preferible sería que terminase mi vida por su odio a que se prolongase sin tu amor.”

ACTRIZ 2: “¿Y cómo viniste aquí? ¿Quién te guió?”

ACTOR 1: “El amor. No soy piloto, pero si tú estuvieras más allá de los más remotos mares, me lanzaría al mar para conseguir tan gran tesoro.”

ACTRIZ 1: El rubor cubre el rostro de Julieta… ¡Qué bonito! Pero Romeo no lo ve por ser de noche…

ACTOR 2: ¡Entonces que se haga la luz! Romeo está lleno de pensamientos, necesita luz, luz, luz.

ACTRIZ 2: Se va al cercano monasterio, y le pide al fraile que los case…

ACTOR 2: “El amor de los jóvenes, más que en el corazón, está en los ojos…”

ACTRIZ 1: Terminada la ceremonia, Julieta regresa a casa a esperar a su Romeo. El día le parece interminable y fastidioso.

ACTOR 2: Mientras tanto Montesco, Benvolio y Mercurio pasean por las calles de Verona… Y se encuentran con Tibaldo…

ACTRIZ 2: Tibaldo…que quiso pelear con Romeo hace sólo un minutos.

ACTOR 1: Tibaldo acusa a Mercurio y Mercurio se defiende.

ACTOR 2: Tibaldo saca un cuchillo y lo apuñala a la vista de Romeo.

ACTRIZ 2: ¿Y qué creen ustedes que pasó? A ver, ¿qué piensa usted? ¿Qué se le ocurre? Usted…el de la gorrita verde…

ACTRIZ 1: Después de muchos alegatos, muchos gritos, mucho juicio, el príncipe de Verona pronuncia una sentencia: Romeo está condenado a vivir en el destierro.

ACTOR 2: ¿Y la pobre Julieta querría divorciarse? “Hermoso tirano, angélico demonio, paloma-cuervo, cordero con garras de lobo, corazón de serpiente con cara de flores…”

ACTOR 1: Lágrimas derrama por Romeo.

ACTRIZ 1: “Pero el hombre no es sino un montón de polvo”.

ACTOR 2: Además Romeo mató a Tibaldo, algo tenía que sufrir.

ACTRIZ 2: Julieta vive y es su esposa… Esto es felicidad…

ACTRIZ 1: Cuando Romeo se calme un poco, que vaya a despedirse en secreto de Julieta antes de marcharse a Mantua.

ACTOR 2: Más triste que la mejor telenovela…

ACTRIZ 2: Hey… Veo lágrimas en el público… Pero sólo la mitad son por la obra…

ACTOR 1: ¿Y la otra mitad?

ACTRIZ 1: ¿La otra mitad?… Por nuestras propias miserias.

ACTOR 1: Llega la noche, llena de alegría y delicias…En la mañana, el destierro, la lágrima infantil.

ACTRIZ 2: Julieta está aterrorizada…su padre le propone matrimonio. La instiga a casarse con un conde llamado Paris. Julieta prefiere beber el contenido de un frasquito.

ACTOR 1: ¿Algo mágico? ¿Un líquido celestial?

ACTRIZ 1: No… Algo que la va a hacer dormir profundamente durante cuarenta y dos horas…

ACTOR 2: No podemos esperar tanto tiempo, tenemos que terminar este asunto en media hora.

ACTRIZ 2: Meterla al panteón de la familia, hacer espacio.

ACTOR 2: Casualmente, Romeo también compra un poco de veneno mortal…

ACTOR 1: Regresa a Verona a media noche y va al cementerio…entra a la cripta… Ahí está Tibaldo… Ahí está su adorada Julieta… Romeo pide perdón a Tibaldo… besando los labios de Julieta. Se dispara el veneno.

ACTRIZ 1: ¡Oh, fortuna! Julieta despierta, encuentra un cuchillo y se lo clava en el pecho.

ACTRIZ 2: Y todo por amor. Todo por el verdadero amor…

ACTOR 2: Qué rollo tan padre…

ACTRIZ 2: Qué onda tan gruesa…

ACTOR 1: Historia de peluche… De puro peluche…

ACTRIZ 1: Yo soy Julieta…

ACTOR 2: Yo quiero ser Romeo…

ACTRIZ 2: Yo me voy a hacer un tatuaje…

ACTOR 1: Yo voy a escribir un poema…

ACTRIZ 1: Yo voy a cantar una canción…

 ACTOR 2: Yo quiero conocer Verona…

ACTRIZ 2: Yo quiero correr entre Romeo y Julieta, en la plazuela de los amantes de Verona…

LOS DEMÁS: Nosotros también queremos correr… Nosotros también queremos correr.


HACEN UNA CARAVANA. LOS ACTORES DESAPARECEN. TERMINA LA OBRA.

                                                                                                    Enero de 2011


Eduardo Rodríguez Solís (D.F.) ha publicado libros de teatro, cuento y novela. Fue el primer editor de la revista Mester, del Taller de Juan José Arreola. Su cuento San Simón de los Magueyes ha sido premiado y llevado al cine por Alejandro Galindo, con guión de Carlos Bracho. Su obra de teatro Las ondas de la Catrina ha sido representada en muchos países, así como en Broadway, New York. Actualmente vive y trabaja en Houston, Texas. (erivera1456@yahoo.com)

2 comments:

  1. He disfrutado mucho los diálogos de esta adaptación, Eduardo. Es cuento, teatro, representación imaginaria…

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  2. Este comentario explica un poco el por qué de esta obra mía, “Historias de Bill”, que es una adaptación de “El Rey Lear” y “Romeo y Julieta”, de William Shakespeare.
    Se trata de una obra que se escribe para el Grupo Escualo, que es una institución absolutamente independiente, que no recibe apoyo del Consejo Nacional para la Cultura de México o de alguna otra instancia. Escualo hace teatro para estudiantes, y el público llega a sus escenarios por recomendación de sus maestros. El alumno paga una cuota baja por su boleto y con ese dinero se paga la renta del teatro y los sueldos de los actores, y demás. Con este sistema se demuestra que el teatro puede vivir sin necesidad de recibir apoyos. Pero ese concepto de Escualo no ha sido aprovechado por las autoridades (quizás no lo entienden). Y las instancias siguen apoyando el teatro, a la manera antigua. Y con las grandes dádivas se hacen, bien o mal, por todos lados, las cosas.
    Los ensayos de Escualo se hacen el Sur de la ciudad de México, en CADAC (Centro de Arte Dramático, Asociación Civil), y las representaciones no se hacen ahí, porque el teatro, según reglamento del Gobierno, tiene que tener un estacionamiento para coches… Y CADAC no lo tiene… Entonces las funciones se hacen en el Teatro Mario Moreno, también al Sur de la capital… Este teatro Mario Moreno tiene 250 butacas y está ubicado dentro de las instalaciones de la Casa del Actor (donde viven actores retirados y medio olvidados por la sociedad y la familia).

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