Friday, July 25, 2014

GARABATO No. 72


     


 
Por Eduardo Rodríguez Solís

 
      La niña miraba el vuelo de los pájaros, y se imaginaba ser una paloma.
      Subía entonces más arriba de las nubes grises y llegaba al principio de un universo distinto.
      Se posaba cerca de los nidos de las águilas, y estas aves que a veces parecían diabólicas pensaban que la paloma era de su misma familia.
      Con reservas, la aceptaban, pero algo había en el ambiente que dibujaba una raya. De la raya para allá estaba el mundo de las águilas, y de la raya para acá el mundo era distinto.
      Luego, la niña cambiaba sus deseos y se volvía un águila. Y volaba, entonces muy alto, y llegaba a lugares donde las palomas no podían llegar.
      Entonces la niña, teniendo esa doble alternativa en su imaginación, buscó una forma para ayudar a sus deseos de volar.
      Puso en una puerta dos dibujos. Una paloma y un águila.
      Y fabricó unos dardos con las puntas muy afiladas.
      Aventó el primero, que cayó enseguida en la paloma.
      Lanzó el segundo, deseando que se clavara en la zona de las águilas, pero el dardo se clavó en el espacio de la paloma.
      Hizo entonces un descanso, y luego tomó el tercer dardo.
      Quiso que éste se clavara en el dibujo de las águilas, pero el proyectil se volvió a clavar en la zona de las palomas.
      Entonces, destruyó los dibujos y los dardos, y nunca más volvió a desear ser algo más que una paloma.
      Pero a veces, cuando se iba a la cama con el estómago revuelto, y caía en un mal sueño, se veía hecha toda un águila, y volaba largas distancias por tierra y por mar.
      Y se despertaba, sudorosa, y corría hasta la cocina por un buen vaso de agua fresca.
      Cerraba los ojos y pensaba de nuevo en el universo único de las benditas palomas.

 
Eduardo Rodríguez Solís (D.F.) ha publicado libros de teatro, cuento y novela. Fue el primer editor de la revista Mester, del Taller de Juan José Arreola. Ha recibido reconocimientos nacionales por Banderitas de papel picadoSobre los orígenes del hombreDoncella vestida de blanco y El señor que vestía pulgas. Su cuento San Simón de los Magueyes ha sido premiado y llevado al cine por Alejandro Galindo, con guión de Carlos Bracho. Su obra de teatro Las ondas de la Catrina ha sido representada en muchos países, así como en Broadway, New York. Actualmente vive y trabaja en Houston, Texas. (erivera1456@yahoo.com)

 

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