Sunday, March 3, 2013

SEMILLAS CONTADAS



Una obra infantil

Bosque. Ambiente de bosque. Llega el hada con una mochila al hombro y una maleta de viaje. Se sienta en una piedra y se enjuga el sudor de la frente. Saca una lupa de la maleta. Observa el suelo.

Hada: Llovió. (Ríe) Qué blandita. Moriría justo aquí. He buscado tanto un lugar
para mis semillas. Quiero que me entierren con ellas en este claro.

Viene arrastrándose una lombriz de tierra que jadea.
Hada: ¿Eh?  (Se esconde tras una piedra)
Lombriz: ¡Ah! El camino es tan largo. ¡Ofrezco uno de mis anillos por un charquito!
Silbido

Lombriz: ¿Quién?

Hada (Saca la cabeza): Buen día.
Lombriz: ¡¿Bicho?!

Hada: ¿Bicho?

Juegan con los niveles y los arbolitos.
Lombriz: ¿Eres perro?
Hada: No, no.
Lombriz: ¿Entonces conejo?
Hada: Jí, jí.
Lombriz: Águila mala. ¡Socorro!
Hada (Se le acerca): Ssshh, ni águila ni perro. Conejo menos. ¿Son mis orejas
puntiagudas?

Lombriz: Las recortaste.
Hada: Si quisiera podría ser conejo.
Lombriz (trata de escapar por un agujero): ¡Auxilio!
Hada: No te vayas. (Toca el montón de tierra por donde ha entrado la Lombriz)
Qué fría.

Lombriz: ¿Acaso quieres encontrar un volcán en el bosque?
Hada: Puedo hallarlo.

El Hada saca de su maleta una naranja y un cuchillo. Corta la naranja en dos
frente a la Lombriz.
Lombriz (chupando la naranja): ¿Dónde vas?
Hada: A explorar la tierra.
Lombriz: ¿En busca de volcanes o bosques?
Hada: Sólo tierra fresca.
Lombriz (tose, carraspea, con donaire): Toma de aquí cuanto quieras.
Hada: ¿Me permite?

Lombriz: No te lleves mucho.

Hada: Es que traigo unas semillas.

Canto de un pájaro

Lombriz: ¡Un monstruo de pico largo!
Hada: ¿Dónde? (Se esconde)
Lombriz: En el árbol.

El Hada extiende sus manos. El gorrión se posa sobre ellas.

Lombriz: Dos monstruos.

Hada: Espera…

La Lombriz saca el cuerpo de la tierra poco a poco.

Hada: Mira, es tan pequeño.
Lombriz: Confía. Confía.

Hada: Siente qué suave.
Lombriz: Vaya inteligencia: mudo, quieto. Me acerco y aahh...
Tropieza con dos piedras. El gorrión se escapa.

Hada: Lo ahuyentaste.
Suena un reloj. El Hada saca el reloj de su maleta para darle cuerda.
Hada: Tengo muy poco tiempo.
Lombriz: Bueno, te permito que siembres tus matas.

Hada: Gracias, pero las semillas sólo crecen en un sitio especial.
Lombriz: Te presto mi bosque.
Hada: No, las plantas se ahogarían con tanto árbol.
Lombriz: Vendría la lucha. Por un lado las débiles maticas y por el otro,
los fuertes árboles del bosque. Yo y los árboles. ¡Uf!

El Hada corre a ella. Le revisa los ojos. Le toma el pulso.

Lombriz: Me duele la cabeza.
Hada: Come esto. Es mágico.
Lombriz: ¿Qué es?

Hada: Aspirina.
Lombriz: Aspa...
Hada: As pi ri na.
Suena el reloj otra vez.

Hada: Antes del amanecer debo encontrar la tierra, sembrar y despedirme.

Lombriz: Pues voy contigo.

Hada: ¿Quién cuidará el bosque?

Lombriz: El bosque es grande. Puede pelear con maticas indefensas.
Que se cuide solo.

Hada: Menudo dueño.

Lombriz: A decir verdad, yo estoy de paso. Gobierno un poco aquí y otro allá.

El Hada ríe. Va hacia la maleta.

Hada: Que al abrir la  maletica, aparezca  la coronita.
Saca una corona y se la pone a la Lombriz, quien adopta una actitud señorial.
Lombriz: ¿Tierra fresca?
Hada: Es la que busco.

Lombriz: Quizá algún arbolito que proteja a tus semillas…
Hada: ¿Qué más querría?

Lombriz: Hummm. ¿Pájaros y niños jugando a la pelota?
Hada: Sí, sí.

Lombriz: Yo...
Hada: ¿Sabes dónde puedo encontrar lo que busco?

Lombriz: Pues sinceramente no.

El Hada llora sobre su maleta. La Lombriz se acerca a la mochila y
comienza a desanudarla.

Lombriz: Por un chicle te llevo.
Hada: ¿Chicle?

Lombriz: Goma de mascar.
Hada: Cuidado… ¡Se fugan las semillas!
Lombriz: ¿Tienen piernas?

Hada: No.

Lombriz: ¿Alas? ¿Patas?

Hada: Son mágicas. Te descuidas y desaparecen.

Lombriz: Quiero verlas.

Hada: No, no es el momento.  
Lombriz: Este es mi bosque.

Hada: El bosque se cuida solo. Es grande. Es de él mismo.

Lombriz: Yo dije que los árboles se cuidan solos.

Hada: ¿Un árbol, más otro árbol, más otro, a qué es igual?
Lombriz: A tres más o menos.
Hada: Tres. ¿Tres árboles más muchos otros árboles a qué es igual?

La Lombriz cuenta sus anillos.
Hada: Al bosque.
Lombriz: Abriré con cuidado.
Hada: Vamos a encontrar la tierra. Sembraremos luego las semillas.

Lombriz: ¡Bien! El lugar está muy cerca, tanto como para sembrar las
semillas de una vez.                                                    

Relámpagos. Tiemblan los árboles. Hojas volando. Viento.
Hada: Huele a lluvia.

Lombriz: Si aspiras el aire no podrás seguir.
El Hada se sostiene de un tronco. La Lombriz se acurruca entre la maleta
y la mochila.

Hada: El agua es buena para las semillas.
Lombriz: La necesaria.

Entra el Aguarrayo lleno de cascabeles y objetos ruidosos.

Aguarrayo:                Soy un chico muy especial
                                   y vengo mi agua a donar.
                                  ¿Dónde encontrarla mejor
                                   si mis nubes cubren al sol?
                                   Traigo de postre un rayo,
                                   del primer aguacero de mayo.
 Lombriz: La misma canción de siempre.
Aguarrayo: Original. Auténtico.
El Hada estornuda.
Aguarrayo (a la Lombriz): ¿Qué, cuándo, cómo te atreves a zumbarme
tus bacterias?

Hada: Fui yo.
El Aguarrayo se estremece.

Aguarrayo: ¿Qué tenemos...? ¿Y esas alas? ¿Eres gallina, pollo, mariposa,
murciélago, cocuyo o cualquier otro pájaro?

Hada: Soy un Hada.

Aguarrayo: Ha-da. Otra especie voladora. ¿Vienes de una familia poderosa?
¿Tienes chicle? ¿Padres?

Hada: En otra dimensión.
Aguarrayo: Fecha de nacimiento. Carné de identidad. Cursos aprobados.
Diploma de graduación. Dirección particular. Recomendaciones.

Hada: Por favor, no tengo lo que pide.

Lombriz: ¿Te las das de vigilante?

Aguarrayo: Viola las reglas (Saca un par de esposas. Mira al Hada fijamente.
Luego, con una gasita la amarra a un árbol).

Lombriz: Aquí tampoco puedes pisar el césped.

Aguarrayo saca una regadera y se moja la cabeza.

Aguarrayo: ¿Qué día es hoy?

Lombriz: Es martes.
Aguarrayo: Ya tengo marcado el martes.

Aguarrayo ata la Lombriz a la mochila.

Hada: Hoy es sábado.
Aguarrayo: Y caerán sobre la tierra los rayos verdes.

Hada: Dañarás los árboles.

Aguarrayo: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo le di a usted semejante
confianza, extranjera?
Hada: ¿No siente compasión?

Aguarrayo: Les traigo agua y clorofila.

Lombriz: Pobrecitos. Ni se mueven. ¿Lloras?

Hada: Perderé las semillas.

Aguarrayo: ¡Lluvia, lluvia, fuertes vientos y granizos, los amigos del bosque
esperan nuestros servicios!

Empieza a llover caramelos.

Aguarrayo: Dulces granizos. (Desaparece)
El hada y la lombriz se protegen lo más que pueden.

Hada: Si tuviera mi varita…

Lombriz: ¿Podrías liberarme?

Hada: Sí.
Lombriz: ¿Qué esperas entonces? ¡Búscala!

Hada: La perdí.

Lombriz: Vaya. ¿Dónde tienes la cabeza?

Hada: Mi varita de estrellas para narrar cuentos, cuentos de hadas.

Lombriz: ¡Si alguien encuentra una varita, haga el favor de devolverla!

Hada: ¿Por qué gritas? Asustas a las semillas.
Lombriz: Semillas, semillas, semillas. Si alguien encuentra una semi...

Sale el Escarabajo con sombrilla.

Lombriz: Oye. PSSSS…
Hada: ¡Señor Escarabajo!

Lombriz: Es sordo.

El Hada se mueve para llamar la atención. A la sombrilla del Escarabajo
le cae un caramelito (desprendido de la rama de algún árbol probablemente).

Escarabajo: Oh, no. Mi sombrilla nueva. Pájaro de mal agüero. Te quedarás inmóvil

para siempre.


El Pájaro posado en la rama del árbol queda congelado.

Escarabajo: ¿Ya no se usa decir ABRACADABRA? Todo está tan desarrollado.

Hada: ¡Mi varita!

Lombriz: ¿Esa? Qué poderes. El pájaro se volvió hielo sólo de anunciarlo.

Hada: Señor Escarabajo zafa la soga.
Hacen señas el Hada y la Lombriz. Silencio. Como si los espectadores
vieran por los ojos del Escarabajo y no escucharan por sus oídos.
Debe entenderse una historia conmovedora. El Escarabajo se echa a llorar.
Lombriz: Vaya.
Hada (mira al Pájaro): Ahora.
El Pájaro corta la gasa con el pico. La Lombriz se cubre los ojos.

Lombriz: Me estás picando.
Hada: ¿Dónde estabas?
Pájaro: Vi al Aguarrayo que venía con sus vientos y fui a buscar ayuda.
Por el camino descubrí al señor Escarabajo. Me escondí detrás de unos matojos.
El aire era tan fuerte que el escarabajo tuvo que cubrirse con las alas. Entonces
se detuvo, sacó la varita y consiguió una sombrilla para protegerse. Regresé
tan rápido como pude. ¿Haremos algo no? ¿Dónde se habrá metido ese escarabajo?
Escarabajo: Mi sombrilla nueva echada a perder… ¿Por qué me tiene que pasar
esto a mí? ¡A mí! Yo nada más quería jugar con Pulgarcita y mostrarle el reino.
Jamás me casaría con ella. Tiene muy pocas patas.
Hada: Señor Escarabajo, espere.
Escarabajo (Saca la varita): Atrás rana atrás.
El Hada se transforma en una rana. Máscara que incluye el cuerpo.

Rana: Croac, croac.

Lombriz: Qué graciosa.

Pájaro: Vamos a ayudarla.
Rana: Croac, no lo espanten.

El Pájaro y la Lombriz se acercan con cuidado. La Rana salta sobre la maleta.
Rana: Mis semillitas.

El Pájaro y la Lombriz están a punto de capturar al Escarabajo.

Rana: Amigos, escuchen.

El Escarabajo vuela.

Lombriz: Vaya.

Rana: Mi cuerpo pide agua.
Pájaro: No hay charcos cerca. Tendremos que volar mucho.

Rana: No. Yo me quedo. Lloro para mojarme. Si se acaban mis lágrimas,
por favor, siembren las semillas.

Pájaro: Llora con ella.

Lombriz: ¿Yo? Llora tú.

Pájaro: Me encargaré del Escarabajo.

Lombriz: No, yo soy más fuerte.
El Pájaro revolotea, con el pico y las alas amenazantes.

Lombriz: Está bien, está bien: uuaaaahh, uuaahh.
Entra el Aguarrayo.
Aguarrayo: Multa por llorar sin permiso.

La Rana empieza a croar más y más.
Aguarrayo: No quedará pata de rana viva.   (Se esfuma)
Truena. Empieza a llover.

Pájaro: Que llueva, que llueva que la ranita juega.
La Rana salta de alegría bajo la lluvia. Saca de su maleta dos paraguas.
Uno para cada uno de sus amigos. Empiezan a bailar. El Escarabajo se asoma,
echa  su sombrilla a la basura.
Escarabajo: ¿Por qué yo no tengo un paraguas? (Saca la varita) Un, dos, tres:
mosquitos.

Máscaras corporales, sonidos. Los personajes convertidos en mosquitos pican
al Escarabajo y al público.

Escarabajo: ¡Sáquenme de aquí!

Lombriz: Vaya.
Hada: Devuélvanos la varita.

Escarabajo: Sáquenme de aquí.

Suena el reloj. El Hada va hacia la maleta.

Hada: No podré morir en paz si no siembro mis semillas.
Lombriz: ¿Morir? Nadie ha hablado de morirse.

Escarabajo: ¡Sáquenme de aquí!

Viento. Una lluvia de caramelos sepulta la mochila.

Escarabajo: A la basura estos caramelos.

Entra el Aguarrayo.

Aguarrayo: ¿Qué, cómo, quién?

El Escarabajo empuña la varita. La varita se transforma en una espada.

Aguarrayo: ¿Eh? Dos años de privación de libertad por uso de armas blancas
y palabras ofensivas.

Lombriz: A la cárcel.
Hada: Me siento débil.
Lombriz: ¿No será que tienes hambre?

El Escarabajo hiere al Aguarrayo. De su herida brotan caramelos.

Aguarrayo: Agua, agua.

Lombriz: Muy simpático.
Escarabajo: Aayy lo maté, ja, ja, la maté, lo ma-té. (Da un tropezón.
Cae al suelo desmayado.)
La espada se le escapa, transformándose en una varita nuevamente.
La Lombriz se adueña de la varita.

Lombriz: Al fin.

Hada: Una jarra con agua, por favor.

Lombriz: Pero yo no tengo sed.

Hada: Es para el Aguarrayo.

Lombriz: Mejor pido una bomba para asustar o un tirapiedras.
Hada: Morirán las semillas, el Aguarrayo, el bosque.

Lombriz: Mmmm, las semillas, allá voy.

Hada: Tengo que sembrarlas.

Sonido lejano de un reloj.

Lombriz: Las tiraré.
El Hada suspira, su cara llorosa contra un árbol.

Aguarrayo: Semillas para sembrar…  ¡Árboles en fila!

Los árboles del bosque forman un gran batallón.

Coro de Árboles:     Deja las semillas nacer,
                                  para que puedan crecer.
                                 ¿Te sigues portando mal?
                                  Los árboles te juzgarán.

Coreografía de los árboles.

Árbol Grueso: Yo me adelanto porque soy el mayor.    
                         A mis hermanos el ejemplo doy, sí señor.
                         Adiós al pánico. Adiós al temor.
                         Venga quien venga: soy un gran boxeador.

Árbol Pequeño: No soy tan grande, no soy tan fuerte,
                           pero sí muy osado. Me dicen Valiente.
                           Si quieres algún mal hacer, muy equivocada estás.
                           Danos pronto la varita o me enojaré más.
Coro: Árboles en fila. Árboles en marcha.
           Atrapemos a la Lombriz para que no se vaya.
           Bailemos muchachos. Cortémosle el paso.
           Lombriz testaruda es sencillo caso. Divirtámonos.
Un árbol cubre los ojos a la Lombriz. Se advierten en el juego de la gallina ciega.
Árbol Pequeño: Lombricilla ¿te das por vencida?
El Escarabajo empieza a desperezarse pero al ver los árboles cantando se vuelve a desmayar.

Lombriz: Quiero una correa.

La varita se transforma en látigo. La Lombriz se arrastra hacia la mochila.

Lombriz: ¿Qué hay aquí?
Hada: Son estrellas.

Aguarrayo: Agua, agua.

El sonido del reloj se deja escuchar, muy lejano esta vez.

Hada: Apenas oigo. Son las estrellas. Espera, Aguarrayo.

El Hada parece que vuela ante los personajes deslumbrados.

Hada: Lo hice, lo hice. Ahora sí soy realmente un hada.

La Lombriz lanza con fuerza la varita contra el suelo. La tierra se va tornando
húmeda y fértil. Los caramelos se derriten progresivamente. Los árboles han
quedado plantados otra vez. La Lombriz se ha convertido en un árbol muy gracioso.

Pájaro: Mi pico... Mis alas... (Trina)
Al escucharse el trino debe crearse, con sensaciones muy sutiles, la atmósfera de
un posible amanecer. El Hada saca una jícara con agua de su maleta y salpica
al Aguarrayo.
Hada: Era para las semillas. Me muero sin plantarlas.

El Pájaro se encarga de atarle las patas y alas al escarabajo.
Aguarrayo (Recuperado): Es hora de sembrar.
El hada se anima aunque está muy delicada. Abre la mochila. Saca las semillas: 
Unas  zapatillas de cristal, una calabaza grande, seis ratoncitos, una nariz muy
larga de madera, unos labios rojos en forma de corazón, un ala de cisne, una
pequeña rueca y una princesa de papel dormida. Los rostros de los personajes
se iluminan. Los tres siembran las semillas. El hada, sin que los otros se den
cuenta, cierra los ojos y se acuesta en la tierra. Debe crearse una cadena de
acciones muy llamativa en la siembra, para que oscureciendo un poco la
escena, al volver la luz aparezca una semilla.

Pájaro: ¿Qué será de la vida del Escarabajo?

Aguarrayo: Cumplirá su sentencia.

El Pájaro repara en la nueva semilla.
Pájaro: Mira, olvidamos sembrar esta. ¿Dónde está el Hada?

El Aguarrayo la busca entre los árboles. Luego, vuelven las cabezas hacia
 la nueva semilla y sonríen, llorosos, mientras la siembran en medio de las otras.
Aguarrayo: Multa por morirse sin permiso.

Pájaro: Que duermas bien.
                                                                                                                       

Ms. Dinorah, La Habana, 1998

1 comment:


  1. Esa obra está llena de sorpresas, como debe ser el teatro para niños. Pero la pieza es un objeto literario para todas las edades. Es como "El principito", un texto dedicado a una persona cuando era niño.
    Se emparenta con el teatro breve de García Lorca. En fin, es un libreto que se lee de un tirón, porque está lleno de un magnetismo poético. Si uno es sensible, si uno se deja llevar por la dulzura de sus parlamentos, uno debe electrizarse con el mundo mágico que se propone.
    Eduardo Rodriguez Solis

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