Tuesday, August 19, 2014

GARABATO No. 76


 

     
Por Eduardo Rodríguez Solís

     
      Toca el trompetista. Son aires barrocos del tiempo de Vivaldi. Al fondo, hay cuerdas que se tocan con cierta alegría.
      Con esa música nos vemos surcando los canales de Venecia. El agua está medio contaminada, pero no importa. La majestuosa arquitectura, con sus piedras viejas, hacen a un lado las cosas malas de la vida.
      El agua de los canales está fría, como témpano. Por algunas ventanas se asoman mujeres que medio se cubren la cara con mascadas. Por eso decimos que la edad de esas damas es indefinida.
      Las góndolas (extraña palabra) se deslizan a buena velocidad. Cortan el agua turbia y uno no puede ver el fondo de los canales. Entonces, decimos que en los fondos puede haber tesoros escondidos. Y nadie puede decirnos que jugamos con la mentira.
      Toca el trompetista. Y lo hace con maestría. Sus sonidos acarician el ambiente.
      La música está llena de vida. Es cosa del espíritu que se mete en nuestro espíritu.

 
 
 
Eduardo Rodríguez Solís (D.F.) ha publicado libros de teatro, cuento y novela. Fue el primer editor de la revista Mester, del Taller de Juan José Arreola. Ha recibido reconocimientos nacionales por Banderitas de papel picadoSobre los orígenes del hombreDoncella vestida de blanco y El señor que vestía pulgas. Su cuento San Simón de los Magueyes ha sido premiado y llevado al cine por Alejandro Galindo, con guión de Carlos Bracho. Su obra de teatro Las ondas de la Catrina ha sido representada en muchos países, así como en Broadway, New York. Actualmente vive y trabaja en Houston, Texas. (erivera1456@yahoo.com)

 

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