Rosa con fondo azul |
Por José Manuel Domínguez
Para Marangeli,
mi esposa
Qué bueno hubiera
sido llamarse Omar,
con otra sangre
en las heridas y otra piel que abrir
qué bueno habría
sido bailar otra canción,
desvestirse en la
noche y no ser yo
mejor aún,
decirte las cosas que no diré
esas que me
quitan ahora el sueño y que no puedo entrelazar
¿qué tal haberte
descubierto al final de la fiesta, casi sin querer?
Hubiera querido
decir tu nombre
y descubrir que
eras tú
cruzar contigo
una mirada,
la mirada que no
tengo, los ojos de otro color.
Hubiera sido
bueno mirarme pasar, pensar en mí y preguntar:
¿quién será ese
vecino que pasa siempre por aquí?
ser el poeta
el soñador, el
valiente, la fuente de inspiración
que el inspirado
fuera otro y no yo
haber tenido otro
par de amigos habría estado no tan bien
pero habrían sido
otros los universos por descubrir
otros habrían
sido los sueños, otra voluntad
y tal vez no habría contemplado a todos esos héroes
que un día
irremediablemente caerán.
Mejor que todo, habría
sido comer contigo y tocar tus pies bajo la mesa
sin querer, enamorarme,
crecer hasta donde hubieras querido tú
qué bueno hubiera
sido que me vinieras a ver
al temblar,
toser, otra hubiera sido mi voz
tal vez,
entonces, no habría pensado en esto jamás
hubiera sido
perfecto, imposible de reemplazar
habría encontrado
poemas en el fondo de tu gaveta
diciendo que eres
feliz.
Yo habría sido
otro tal vez
yo habría sido
otro
sido al revés del
que se abstrae en mí.
Hubiera sido
grande empequeñecer a tu lado
llamarse Alain,
tener esos otros nombres que me iban a dar
y haber visto la
vida desde otro lugar
desde ese balcón
donde alguien y tú me miran pasar
y que ese alguien
hubiera sido yo
habría sido bueno
acabar a tiempo
y volver, volver, volver.
José Manuel Domínguez es
director de teatro, poeta y narrador. Estudió dirección y actuación en el
Instituto Superior de Arte de La Habana. Se estableció en Miami, Florida, en el
año 2000. Le acompañan en su vida dos mujeres extraordinarias: su esposa Marangeli
y su mamá Loli, así como su perro Sombra.
Buen poema. Buen alimento para el espíritu. Las palabras son como escuchar unos estudios de Chopin. Cosas buenas que da la vida. Qué bueno que estos poetas siguen pariendo textos benignos. Hay que darle gracias a los dioses y a los vientos y a los pájaros.
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