Aurorita y Paulina: Tesoros |
Por Eduardo Rodríguez Solís
Aburrida de ver tonterías en la
televisión, la niña Enriqueta se vistió toda de rojo y se fue a caminar hacia
el bosque. Iba con paso muy militar, imaginando que una banda interpretaba una
marcha de Sousa. Levantaba entonces su barbilla y casi no pestañeaba.
Cuando llegó al principio del
bosque inició una rutina de caminante extraño. Cerraba sus ojos fuertemente y
luego los abría, y los árboles, las piedras y los animales cambiaban de color. Luego,
repetía el ardid, y los colores cambiaban de nuevo… Hacía esta locura hasta que
llegó donde había un puente colgante.
A la mitad de ese pasadizo que
se balanceaba sobre un arroyo, encontró una pequeña caja amarilla. La tomó con
su mano derecha, al momento que se escuchó un grito muy agudo…
--Eh… No toques eso. Es
propiedad privada –era la voz de un búho, que volaba en círculos.
Enriqueta depositó la caja en
el suelo, y dio unos pasos para atrás.
El búho estaba enojado, casi echaba
espuma por los ojos.
--Ahí dentro está mi tesoro
–dijo el alado animal.
--¿Y cuál es tu tesoro?
–preguntó la niña Enriqueta.
El búho dejó de volar y se
plantó en el suelo… Creció en tamaño y vertió el contenido de su caja amarilla
sobre unas hojas verdes. El tesoro era sensacional. Había ahí unicornios, hadas
de los cuentos y muchos enanitos de la buena suerte. Todo, absolutamente todo,
estaba lleno de los colores del arco iris.
Los unicornios corrieron
alrededor de la niña Enriqueta, las hadas de los cuentos volaron encima de todo
lo que se veía, y los enanitos de la buena suerte daban maromas como si fueran
expertos artistas de un circo.
Luego, el búho dio, aunque
nadie lo crea, unas palmadas al aire, y todo el tesoro regresó a la caja
amarilla.
--Ah, pero ese tesoro mío,
cambia cuando yo quiero –dijo el animal.
--¿Qué quieres decir? –preguntó
Enriqueta.
Entonces supo la niña que el
tesoro dependía de la posición de la caja. Si se abría hacia el Norte salía
cierto tesoro. Si se abría hacia el Sur, otra cosa pasaba. Y hay que ver lo que
pasaba si se colocaba la caja amarilla hacia el Este o hacia el Oeste. Y qué
decir cuando se situaba la caja hacia el Sureste o hacia el Noroeste…
--Entonces tu caja es una caja
mágica –dijo la niña Enriqueta.
--Claro que sí. Esa es la
verdad… Pero todavía la cosa es más complicada –dijo el búho--. Cada hora que
pasa, las cosas cambian…
--Entonces el tesoro es
infinito –dijo la niña.
--Absolutamente –gritó
el búho.
La niña cruzó los brazos, arqueó la boca y dijo:
--Pues yo, hasta no ver, no
creer…
El búho empezó a verter su
tesoro, cambiando la orientación de la caja. Hizo esto varias veces. Pero la
niña quedó muy admirada cuando la caja amarilla se puso al Suroeste.
Ahí, en esa posición, salieron
flores margaritas de colores diversos y aparecieron muchas fuentes que echaban
aguas plateadas. También un vendedor de algodones de azúcar repartía sus
golosinas.
Cuando la niña Enriqueta se
regresó a su casa, llevaba en su mente las últimas palabras del búho: “Cada
quien, si quiere, puede encontrar su caja del tesoro. Todo es cosa de
querer…”
A los tres días, al pie de un árbol muy alto, la niña Enriqueta encontró su
caja. Era plateada con bandas rojas. Y tenía su sinfín de tesoros.
Y siempre que salía a caminar
por el bosque se llevaba su cajita mágica.
Buscaba entonces donde poner su
“cuerno de la abundancia”, y se escondía detrás de un árbol.
--Eh… No toques eso. Es propiedad privada
–gritaba la niña, cuando un gato, un pájaro, un niño, una viejita, lo que
fuera, tomaba su cajita del tesoro.
Eduardo Rodríguez Solís
(D.F.) ha publicado libros de teatro, cuento y novela. Fue el primer editor de
la revista Mester, del Taller de Juan
José Arreola. Ha recibido reconocimientos nacionales por Banderitas de papel picado, Sobre
los orígenes del hombre, Doncella vestida de blanco y El señor que vestía pulgas. Su cuento San Simón de los Magueyes ha sido
premiado y llevado al cine por Alejandro Galindo, con guión de Carlos Bracho.
Su obra de teatro Las ondas de la Catrina ha sido representada en
muchos países, así como en Broadway, New York. Actualmente vive y trabaja en
Houston, Texas. (erivera1456@yahoo.com)
No comments:
Post a Comment