Friday, November 1, 2013

GARABATO No. 29





      Por  Eduardo Rodríguez Solís


      Cerca de navidad, un cocodrilo multicolor estaba muy triste. Faltaban pocos días para las fiestas y había mucha tristeza en su alma.
      No tenía dinero para comprar un arbolito, y mucho menos tenía recursos para adquirir regalos para sus hijos.
      Por eso se le veía caminando con lentitud. Iba muy serio y con los ojos llorosos. Tarareaba una vieja canción que era también muy triste.

                                                          Pan duro tenemos
                                                    Pero no pastel de chocolate.
                                                    ¿Lloramos por esa tristeza?
                                             No, porque tenemos lo que tenemos…

      Faltando pocas horas para la añorada navidad, un pájaro azul se le acercó volando en zigzag.
      El ave esplendorosa, que vivía en la torre de un abandonado castillo, le dijo al cocodrilo que en una cueva cerca de la cascada de Alí Babá, había un cofre lleno de monedas de oro.
      El cocodrilo entonces se animó un poco y decidió caminar hacia esa cueva.
      Pero antes, con su pico, el pájaro azul le hizo un mapa con muchos detalles. Puso un puente colgante, una casita de color dorado, un manzano enorme y un monte con forma de rinoceronte.
      El viaje duró tres días, pero cuando casi entraba a la cueva, el cielo se puso negro y empezó a caer un aguacero que no tenía fin.
      La cueva y la cascada desaparecieron. La lluvia inclemente arrasaba con todo.
      Cuando el cielo se tranquilizó y el sol apareció muy cálido, el cocodrilo multicolor se regresó a su casa muy triste. No había encontrado el cofre de las monedas de oro.
      Mágicamente, el viaje de regreso lo hizo en dos horas… Y, aleluya, en la puerta de su casa había un paquete misterioso.
      Dentro, estaban doce monedas de oro y muchos maravedís de bronce que le regalaba el pájaro azul.
      Y fue tal su fortuna que hubo dinero hasta para repartir entre las ardillas y los conejos del bosque. El tesoro de Alí Babá se volvía regalo de los cielos para todos.



Eduardo Rodríguez Solís (D.F.) ha publicado libros de teatro, cuento y novela. Fue el primer editor de la revista Mester, del Taller de Juan José Arreola. Ha recibido reconocimientos nacionales por Banderitas de papel picado, Sobre los orígenes del hombre, Doncella vestida de blanco y El señor que vestía pulgas. Su cuento San Simón de los Magueyes ha sido premiado y llevado al cine por Alejandro Galindo, con guión de Carlos Bracho. Su obra de teatro Las ondas de la Catrina ha sido representada en muchos países, así como en Broadway, New York. Actualmente vive y trabaja en Houston, Texas. (erivera1456@yahoo.com)


No comments:

Post a Comment