Por Eduardo Rodríguez Solís
Una niña ve con tanta fuerza a un grupo
de estrellas, que obliga a que una de estas luces lejanas se acerque
precipitadamente. Y la estrella, ya con forma de príncipe, abre la ventana y se
acerca a la niña.
Este príncipe viste a todo lujo y se
parece a un ángel, como los que están en las fachadas de una iglesia de buena
categoría.
--Tu deseo está cumplido –dice el
príncipe, arrodillándose ante la niña.
Entonces la niña, que se llama Violeta,
se empieza a sentir reina o emperatriz de la comarca más florida de ese país
galo.
Se sienta ella en su trono, mientras
juglares, arlequines y bufones hacen reír a todos los comensales de ese
banquete real.
Y cuando todos están gustando de los
postres, aparece un mago que ha venido de la China.
El ilusionista echa mascadas de mil
colores a una gran caja, que después se cubre con una capa dorada.
La caja gira mágicamente y alguien
(quizás un fantasma) hace a un lado la capa, y aparece un tigre de Bengala que,
decidido, se planta ante un público que grita vivas a cada rato.
Por artimañas de la magia, el imponente
tigre se vuelve un gran muñeco de peluche.
La reina o emperatriz del cuento se lanza
con ímpetu hacia el animal, y lo abraza tan fuerte, que la vida retorna al
animal salvaje.
Entonces el animal, por no sé qué artes,
descubre el camino que va a la selva, y se va por ahí con ritmo y fortaleza,
llevando sobre sus lomos a la niña real.
Y cuando va a medio camino, el tigre de
Bengala se quita su disfraz, y descubre su personalidad, que fue primero
estrella y luego príncipe de cuento de hadas…
Es entonces cuando la niña Violeta ve en
el cielo muchas señales, que no son más que nubes con forma de dragones. En
esas figuras grises y color beige se afirma la delicada pasión que está
naciendo entre los amantes de este cuento.
Eduardo Rodríguez Solís (México D.F.)
ha publicado libros de teatro, cuento y novela. Fue el primer editor de la
revista Mester, del Taller de Juan José Arreola. Ha recibido
reconocimientos nacionales por Banderitas de papel picado, Sobre
los orígenes del hombre, Doncella vestida de blanco y El
señor que vestía pulgas. Su cuento San Simón de los Magueyes ha
sido premiado y llevado al cine por Alejandro Galindo, con guión de Carlos
Bracho. Su obra de teatro Las ondas de la Catrina ha sido
representada en muchos países, así como en Broadway, New York. Actualmente vive
y trabaja en Houston, Texas. (erivera1456@yahoo.com)
No comments:
Post a Comment