Hoy es el cumpleaños
de mi abuelita Isabel, bueno, está inscrita como Ysabel, pero para mí resulta
raro. Mi hermano publicó unas palabras muy lindas en Facebook dedicadas a ella
y las ha compartido conmigo para embellecer mi blog. J
Por Jesús
Alejandro
¡Feliz
cumpleaños María Ysabel Fajardo! Así es, un día como hoy hace 84 años nació la
mujer que más influencia ha tenido y que, de toda su generación, ha llegado más
lejos en la familia. A ella también debo gran parte de mi formación y de los
valores y los principios que tengo como hombre; en parte, hoy soy quien soy
gracias a ella y estoy orgulloso y agradecido de que Dios me la haya regalado
como abuela. Su historia es fascinante, es una mujer que verdaderamente se hizo
a sí misma; pienso que un pequeño
homenaje en su día es requerido.
María Ysabel
Fajardo (Isabel, o Isabelita de aquí en adelante), hija de Manuela Fajardo y
Lico Rabasa nació en el poblado de Juan Barón, una zona rural del actual
municipio de Palma Soriano en la provincia Santiago de Cuba en 1930. Contaba
Manuela que Isabel nació en zurrón y que gritó en su vientre. Dada la
ignorancia, el abandono y otras circunstancias de las personas a su alrededor
en ese tiempo ella es una de los pocos ciudadanos cubanos con un solo apellido,
el de su madre. Su padre falleció envenenado a causa de no seguir las
indicaciones estrictas de un tratamiento médico cuando ella tenía solamente
cinco años de edad. En ese entonces ella aún no estaba inscrita en el registro
civil de Palma Soriano. La familia del padre tenía cierta posición social en el
cercano poblado de Aguacate, el soporte financiero del hogar, sin embargo, lo
llevaban las cuatro. Manuela ganaba $2.00 por semana haciendo las tareas
hogareñas de una de las familias adineradas del pueblo y en tiempos de zafra
cafetalera las cuatro se iban a las montañas a recolectar el codiciado grano.
Cuando al fin reunieron la increíble suma de $25.00, mandaron a construir un
bohío en Aguacate e hicieron de ese poblado su nueva residencia. Isabelita
empezó a impresionar a todos a su alrededor por su tenacidad, inteligencia y
astucia desde muy temprana edad. En cuarto grado su maestra ofreció llevársela
a vivir con ella con el pretexto de darle atención especial y una educación más
avanzada. La propuesta fue aceptada pero resultó que la niña -de diez u once
años- fue esclavizada para cuidar a la anciana madre de la maestra en su propia
residencia. Después de algún tiempo Isabel regresó con su madre a Aguacate,
pero jamás retornó a la escuela. Dado el carácter pasivo de Manuela, Isabelita
fue responsable de educar a sus hermanas menores en los principios cristianos y
mantener la economía de la casa a flote desde los 14 años. Isabel aprendió el
arte de diseñar ropa y de coser por sus propios esfuerzos; una habilidad que
puso en práctica para apoyar el esfuerzo laboral de su madre. Más tarde
aprendió varios aspectos de la peluquería, lo cual marcó una gran diferencia en
su solvencia económica. Se casó de veinte años y tuvo dos hijos con un hombre
que abusó de ella y de los niños emocional y físicamente. Tuvo un
enfrentamiento con su esposo, que era militar del gobierno de ese tiempo (1950),
donde él le apuntó con un revólver calibre .45; ella expuso su pecho desnudo y
le dijo: “Dispáreme ahora mismo y deje a sus hijos huérfanos de madre.” Luego
de este episodio se divorció y terminó la educación primaria asistiendo a las
clases junto a su primogénito. Para este entonces ya mantenía económicamente a
su madre y a sus dos hijos gracias a la peluquería. Siempre tuvo fascinación
por los idiomas extranjeros, particularmente el inglés, pero nunca pudo
estudiar gracias a su estricta responsabilidad de mantener el hogar y, como
ella misma dice, su “analfabetismo funcional.” Isabel construyó un imperio, una
identidad y una fortuna con sus propios esfuerzos, es difícil imaginar qué tan
lejos hubiera llegado si hubiera tenido estudios universitarios. Su talento y
su luz natural son dones mucho más grandes que la formación académica que
muchos hemos recibido. Su entendimiento del mundo de los negocios, su fuerza de
espíritu, su voluntad, su bondad con el pueblo que la rodea y su indomable amor
por el trabajo fueron más que suficientes para construir el patrimonio que
tiene hoy, y esto es admirable especialmente en un país con un sistema como el
de Cuba. Isabelita ha sido una mujer que siempre abogó por educar a los jóvenes
en todos los aspectos de la vida, desde saber disfrutar de la cocina más selecta,
hablar idiomas extranjeros, conocimiento de música, deportes, la academia hasta
saber bailar, o iniciar una conversación; estas son cosas que no constituyen
todo en la vida, pero, viniendo de una persona nacida en una zona rural, que se
crio en un bohío con piso de tierra y que ni siquiera terminó los estudios
primarios, es admirable su determinación y su deseo de alcanzar no menos que la
excelencia en todo lo que hace.
¡Muchas
felicidades mi reina y que Dios te bendiga hoy y siempre!
84 years ago today, my grandmother was born. She is
the single, most influential, most successful person of her entire generation
in the family. She is partially responsible for my upbringing, my core values
and my principles as well as for the man that I have become. I am very thankful
to God and very proud that she is my grandmother. Her story is fascinating; she
is truly a self-made woman. The following is a very condensed homage to her.
María Ysabel Fajardo (Isabel, henceforth) was born
to Manuela Fajardo and Lico Rabasa in the rural settlement of Juan Barón just
outside the boundary of the city of Palma Soriano but within its municipal
reach. The year was 1930. Manuela frequently told that Isabel was born en-caul
and that she cried in the womb. Given the ignorance, the general lack of
interest, and other circumstances of the times, Isabel is one of the very few
Cuban citizens with only one last name, her mother’s. Isabel’s father passed
away due to poisoning for not following the directions of a very strict medical
treatment, Isabel was only five years old. By then, however, Isabel’s name was
still not registered. Lico’s family was well off; however, Manuela and her
three daughters never received any help with the household finances. Manuela
made a total of $2.00 a week as a house maid at a wealthy household and, during
the times of coffee harvest, she and the three girls would go into the
mountains to pick coffee beans. They were able to save the whooping sum of
$25.00, and they had a bohío (a small hut with walls made out of palm tree bark
and roof made out of palm tree leaves) built in the nearby settlement of
Aguacate. Isabel’s intelligence and cleverness was apparent to many from a
young age. Her fourth grade teacher offered to take Isabel to live with her making
everyone believe that she would educate Isabel with a more direct focus. This
proved to be a scam since Isabel was practically enslaved to care for the
elderly mother of the teacher. Sometime after, Isabel returned to Aguacate with
her mother, but she never went back to school. Given Manuela’s passiveness in
life, Isabel was responsible for educating her two younger sisters outside of
school as well as providing financially for the house since the age of 14.
Isabel taught herself how to design clothes and how to sow; this skill enabled
her to support her mother’s work effort tremendously. Later on in life she
learned hairstyling, which was a pivotal point in her financial independence.
Isabel married at 20 years old and had two kids with a man who abused her and
the children emotionally and physically. Her husband, a military officer of the
1950’s government in Cuba aimed his .45 caliber revolver at her in one
occasion; filled with courage Isabel told him to shoot her right there and make
the two boys orphans. After this episode she divorced her husband and decided
to finish her elementary education by going to school along her first-born
child. By this time she was financially independent and supported her two boys
and her mother. Isabel was always fascinated by foreign languages, especially
English; however, she was never able to study anything due to her
responsibilities of providing a roof and food on the table for her family as
well as her own “functional illiteracy” as she called it. Despite this, she was
able to build an empire, a trademark identity and a fortune all by herself.
There is no telling how far she could have gone had she obtained a university
education. Her natural talents are gifts much greater than the academic
formation many of us have received. Her understanding of the business world,
her willpower, her charisma, her acts of kindness and her indomitable love for
hard work have been more than enough for her to build her legacy. This is
especially admirable in a country with an economic system like Cuba. Isabel is
a woman who has always advocated for educating the young in and out of the
classroom, everything from speaking foreign languages, playing musical
instruments to knowing how to dance or start a conversation. It may not sound like
much, but coming from someone who classifies herself as an illiterate, she
deserves no less than the utmost admiration for her desire and determination to
achieve excellence in everything she does.
Happy birthday grandma, I love you. God bless you
always!
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