Por Eduardo Rodríguez Solís
Subir al Empire State Building es una experiencia sensacional. Estar ahí, casi de noche, con lluvia o con un poco de tormenta en Nueva York, es increíble. Parece que uno va viajando en un cohete. Los nubarrones y la lluvia hacen de aquello algo único. Y si todo está claro, y el cielo está azul, uno se imagina el dueño del universo… Una vez, hace mucho, hubo la idea de anclar un zepelín en la punta del edificio, para que luego la gente que viajaba en aquel vehículo aéreo, se bajara directamente al edificio. Pero esa locura no se experimentó…
Nueva York tiene varios distintivos. El Empire State Building es quizás el principal. Otro grandioso distintivo de la ciudad es Broadway. Uno se puede pasar tres meses viendo todo el teatro que se hace ahí. También está la Estatua de la Libertad, que fue un regalo de los franceses, y que está hecha sobre una estructura que hizo el ingeniero Eiffel, el de la Torre Eiffel. El escultor, Bartholdi, se inspiró en el rostro de su madre para diseñar la estatua. La llevaron en partes a Nueva York, y ya en terreno americano se soldaron las secciones. Era como un gran rompecabezas, que fueron armando. Poco a poco… A mí el tema me apasiona. Y hasta me lancé a escribir una novela corta titulada De la mano de la libertad. Joaquín Diez Canedo quería publicar el texto con imágenes antiguas de Nueva York. Pero el proyecto cambió, y esa novela corta, donde la Estatua de la Libertad es casi protagonista, se publicó en la Editorial Joaquín Mortiz, junto con otras dos novelas cortas. El título del libro es Primer curso de amor… La parte donde entra la estatua recoge muchos temas neoyorquinos, y se cuenta la historia de un millonario excéntrico que vive escondido en el brazo de la Estatua de la Libertad.
Eduardo Rodríguez Solís (D.F.) ha publicado libros de teatro, cuento y novela. Fue el primer editor de la revista Mester, del Taller de Juan José Arreola. Su cuento San Simón de los Magueyes ha sido premiado y llevado al cine por Alejandro Galindo, con guión de Carlos Bracho. Su obra de teatro Las ondas de la Catrina ha sido representada en muchos países, así como en Broadway, New York. Actualmente vive y trabaja en Houston, Texas. (erivera1456@yahoo.com)
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