Por Eduardo Barrios, S. J.
Las guerras, justificadas o no, nunca tienen buena cara. Se procura mejorarles el rostro con un maquillaje de términos eufemísticos. Veamos cómo la entidad guerra se manifiesta en su cruda realidad y su representación maquillada:
1) En vez de la escabrosa palabra “guerra”, se prefiere la expresión “conflicto armado”.
2) Cuando comienza la “pelea”, se dice que se abren las “hostilidades”.
3) Cuando los hombres están peleando, se sugiere que han “entrado en campaña”.
4) A los muertos se les designa como “bajas”. O también como “cuerpos en fundas plásticas”. Luego, en vez de pasar a fosas comunes o individuales, se convierten en “estadísticas”.
5) A los disparos les dicen“golpes” (en inglés, “strikes”o “hits”, como en el baseball).
6) Los edificios por atacar se llaman “objetivos”.
7) Al aniquilamiento de los jefes enemigos se le denomina “decapitación de la cúpula.”
8) A los soldados del bando contrario se les instruye sobre el modo de rendirse para evitar “destrucción”, es decir, ser “masacrados”.
9) Las armas no resultan“mortíferas”, sino “letales”.
10) Los soldados no “matan” a nadie; “dan en el blanco”. Hay términos más eufónicos que matar. Se dice, “liquidar”, “neutralizar”, “eliminar”.
11) Los ataques al ejército enemigo pueden presentarse como procesos para “ablandar resistencia”.
12) Cuando por error unos soldados disparan contra compañeros, éstos mueren bajo “fuego amistoso”.
13) Cuando uno de los bandos en conflicto no ha dejado títere con cabeza, entonces “se ha restablecido la paz”.
De donde se colige, transformando el refrán, que “la guerra, aunque se vista de seda, guerra se queda”.
Eduardo Barrios es escritor y sacerdote de la orden jesuita. Ha trabajado como consejero en el Colegio de Belén y celebrado misas en varias parroquias de la ciudad de Miami. Actualmente oficia en St. Raymond Catholic Church en Coral Gables y escribe artículos controversiales para El Nuevo Herald. (ebarriossj@gmail.com)
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